lunes, 16 de diciembre de 2013

Capitulo 34: "Volvernos a ver."


Yamile miraba distraida la decoración y apariencia exterior de las casas; era un gusto y un hábito común que había tenido desde siempre; y que usaba para distraerse normalmente, cuándo esperaba a que la recibieran en casa de algún conocido. Por ello, estaba de espaldas a aquella casa, de la que pronto salieron...

De pronto, sintió que unos brazos le rodeaban los hombros; y casi se va de espaldas por el repentino peso. ― ¡Tontita!  ― Dijo al mismo tiempo una voz aguda ― ¡Si viniste!

Yami seguía sobresaltada por la aparición repentina de Akane y su salto efusivo; por lo que tardó un poco un contestarle: ― ¡Cl.claro! Te dije que vendría por ti y aquí estoy. ― Entonces, se liberó de aquel peso y fuerza del abrazo.

― ¡Ay! Siento que han pasado eternidades. Ahora te veo un poco diferente... ― Akane miró a su amiga de arriba a abajo. ― ¡Vaya! Te ves con mucha mejor forma que antes.

― ¿Eh? 

― Ajá... has adelgazado; se nota en lo delgado de la cintura y que se te ve mejor la cadera.

― Ah. ― dijo sintiéndose un poco abochornada. ― Bueno, he salido a correr muchos días y a hacer ejercicio. 

― Pues de saber que me pondré así, seguiría tu ejemplo: me quitaría la flojera y también saldría a correr. ― Rió. ― ¡Me alegra tanto que estés aquí!  Extraño pasar tiempo contigo.

― Bueno, ¡Ya no me extrañaraaaas! Ahora que nos volveremos a inscribir al siguiente periodo escolar, estaremos juntas de nuevo en clases, pronto.

― Ojala y si sea posible que estemos en el mismo grupo; de otro modo, extrañare a mi tontita favorita. ― Diciendo esto, le pellizco uno de su cachetes de forma "tierna".

― Espero que sí.... y ¡Oye! ¿¡Por qué siempre me andas diciendo tontita.?!

Akane dio unas cuantas risitas sordas y tardó un poco en  responderle. ― Eso es porque eres sumamente despistada y has pasado muchas cosas por alto. Eso te hace una tontita.

― ¿Muchas cosas por alto? ¿Cómo qué?

― Baaaah. No le des importancía ahora. Supongo que en algún momento te darás cuenta...

― Pero...

― Ya. Ven, entremos a mi casa; que por salir a recibirte no he tomado mis cosas... antes de irnos, tengo que alistarme y despedirme de mi madre. ― Luego, ella entró a la casa, seguida de Yami; esta ultima, sintiéndose un poco incomoda por aquello.

Entraron a una parte de la casa, que era precisamente la cocina-comedor; entonces, la madre de Akane (a quién ella se parecía mucho), salió a recibirla. 

Yamile la saludó y le sonrió amablemente, y la señora le correspondió. Aunque apenas la conocía y ya era una mujer muy mayor, ella le inspiraba algo de confianza; por ello, cuándo le indicó que tomara asiento, se sintió confiada en hacerlo y no tardó en iniciar una platica con ella.

Pero apenas habían pasado unos cuantos minutos, Akane salió de la que parecía ser su habitación, con su mochila en la mano. ― ¡Ya estoy lista! ― Se quedó mirando la escena unos segundos y prosiguió. ― Ya vamos Yamile. Má', ya me voy. ― Y sin más salió al patio de la casa seguida de su amiga, quién se despidió apresuradamente de la señora.

Cuándo ambas salieron a la calle, avanzaron hasta la parada de autobuses sin decir palabra.

― No te llevas bien con tu madre ¿O sí? ― le preguntó Yamile, rompiendo el silencio.

― ¿Eeeeh? ¿Por qué lo dices? ― parecía sorprendida.

― Por la forma de despedirte tan secamente y porque interactuaron poco. Además, no sueles hablar de ella... Tal vez, esto sólo sea mi impresión, pero... algo me dice que esa es la verdad.

Akane permaneció los siguientes segundos en silencio. Incluso subieron al transporte y ella permaneció callada. Finalmente, cuándo tomo asiento, suspiró y dijo: ― No, realmente no me llevo bien con ella. Al menos no desde... ― y se interrumpió.

― ¿Por qué no?... ¿Desde...? ― la insto a seguir.

― Desde que mi papá murió. ― Se le notaba que tenía un nudo en la garganta. ― Fue muy complicado pasar por ello. Yo la necesitaba; pero ella jamás estuvo ahí para ayudarme... ¡O siquiera a él!... pase por... todo eso, estando sola, pese a que... sólo tenía 12 años. Hubo muchas fricciones entre nosotras en ese momento, y desde entonces... no he podido volver a llevarme del todo bien con ella. ― Yami la miraba fijamente. ― Pienso que también se debe, a que toda mi vida, siempre preferí la compañía de papá. 

Yamile se quedó callada, sin saber que decirle. Se notaba que decir aquello era muy difícil para su amiga, pero también bastante aliviador. Akane pareció notar el desconcierto de su amiga, porque sonrió y cambio de tema:  ― Y qué me dices de ti... ¿Sigues sufriendo con tus sentimientos? ― le preguntó.

No había duda en que el tema anterior era complicado, y que era mejor no hablar de ello en ese instante; al menos así lo había decidido Akane. Realmente podía llegar a tener mucho coraje y fortaleza. 

― Podría decirse de ese modo.

― ¿Podría?

Ya le había contado un poco de lo que había pasado en sus vacaciones, la última vez que conversaron por chat. Así que resumió un poco las cosas. ― Lo que quiero decir es que... con Janao ya dí todo por perdido: ha sido una mala elección, y he quedado sumamente decepcionada de él. Mas o menos sucede lo mismo con Takeshi; él siempre será algo especial por eso que sentí y que no ha mermado del todo... pero ya no pienso ir tras él. 

― Parece ser que eso lo tienes ya en claro; pero, yo me refería a Akita. Ya me dijiste que durante las vacaciones cambió tu punto de vista y por qué... pero no me has dicho que tanto sientes.

― Con Akita, todo esto es diferente en muchos sentidos. Quizá realmente no quiero estar segura de lo que estoy sintiendo.

― ¿Por qué lo dices?

― Aammm... Realnente no sé explicarme bien. Lo que quiero dar a entender, es que... ya eché tantas cosas a perder con Tenshu y Takeshi; pero, con Akita es... diferente. Por ejemplo, aunque ya me había gustado alguien antes, esto que siento ahora no es lo mismo. Y como ya te dije, no he podido ni siquiera disfrutar el ver a otros chicos; porque aunque no es algo que me llamase la atención, no lo he hecho por ese motivo, si no porque pensaba en él.... fue extraño. Él es diferente a los anteriores; por mis sentimientos y su forma de ser.

― Suena algo... comprensible y también complicado. Tontita.

Suspiró. ― Por otra parte, todo esto ha sucedido durante las vacaciones. Nuestra interacción era solamente a través del monitor. Eso me hace pensar si no será ese el motivo de esa diferencia....

― Eso que dices sentir diferente... ¿Es diferente a por cómo lo sientes, o por la intensidad con qué lo sientes? Y respecto a lo otro, es razonable tener miedo a que ya no sea lo mismo; por eso deberían citarse y verse de frente. Así te aclararas.

― Esto es diferente, porque de algún modo, siento que lo respeto más que a ellos y le tengo un cariño más... inocente. Lo quiero más, y eso es algo que me ha resultado más que obvio; pero no sé si esto pueda ser llamado aún "amor".... Aaaaagh, estoy taaaan confundida.... Él es tan diferente al tipo de chicos que normalmente me gustaban; su personalidad no encaja, y mucho menos su físico. No es el chico del que me fijaría a simple vista.

― Suena a que estás haciendo "de tripas, corazón..."; realmente te estás complicando mucho. Quizá al verlo no te guste, porque también debería gustarte físicamente; eso es primordial. Por eso, quizá todo esto, realmente no sea nada. Por eso, insisto en que debes verlo de frente y desengañarte; también deberías ver a Takeshi, que seguro aún lo quieres.

― Ja. ― Yami estuvo a punto de replicarle mil cosas; pero pensó en que no tendría sentido, por lo que solamente le dijo: ― No creo querer, el ver a Takeshi por ahora.

― Pero pienso que lo necesitas. Además, no sería justo para él que lo evitaras... no ahora.

― ¿Y cómo diablos voy a saber lo qué es justo para él? Ja, eso ahora me viene valiendo... 

Se quedaron calladas y Yamile miró por la ventana, pensando. Entonces se percató:

― ¡Akane! ¡Aquí bajamos! 

Ambas rieron, se pusieron en pie y bajaron del autobus. Luego, comenzaron a caminar por la acera, hacía la puerta de la escuela. 

Pero, justo antes de entrar, escuchó que alguien gritaba su nombre e incluso silbaba para llamar su atención; por lo que se detuvo y miro alrededor. Y Akane que también estuvo buscando el origen de aquello, señaló en una dirección; así Yami pudo ver a Akita avanzando hacia ellas, con una sonrisa en el rostro.

Y por primera vez, Yami tuvo un impacto diferente al verlo; porque aunque no era la primera vez que se alegraba enormemente al verlo y sonreía, esa fue la primera vez que sintió a su corazón latir así de veloz. 

Es que Akita se le veía mucho mas radiante que antes de las vacaciones. Ahora sonreía al compás de sus ojos que brillaban bastante alegres y cálidos. Incluso lucía bastante bien, pues había cambiado un poco su look; el cabello del flequillo había crecido, su rostro ya no era tan redondeado y su cuerpo se había estirado un poco más. Su ropa (que ahora consistía de una camisa de vestir a cuadros en colores azules, jeans y zapatos de vestir, ambos en color negro) se le veía ceñida al cuerpo, diferente... era como si también hubiera aumentado la masa muscular en brazos y piernas. 

¿Cómo había logrado cambiar tanto en tan poco tiempo?  Aquello dejo a Yami sin palabras y casi con la boca abierta. 

― ¡Hola! ― les dijo con algarabía. Y Akane le respondió de inmediato; pero como Yami se tardó un poco más en responder, él se acercó y terminó por besarle la mejilla.

― H.hola. ― respondió ella finalmente.

― Me alegra mucho el poder verlas. ― No le quitaba los ojos de encima a Yamile, quién casi no hablaba. 

― Sip ― Dijo Akane. ― Es bueno encontrarse de nuevo; los cambios te dejan sin habla. ― Y dicho esto le dio un codazo a Yami. ― ¿Has venido a reinscribirte?

― Aaaajá. Algo parecido... ¿Entramos? ― y cruzó la reja hacía el patio de la escuela.

― Ea. ¡Te has sonrojado de tan solo verlo! ― le susurró Akane a su amiga.

― N.no es cierto.... ― tartamudeo Yamile.

― ¡Claro que sí! Debiste haberte visto.... tan adorable. 

― No me vi adorable, y no me sonroje. ― Pero ella incluso había notado que si, le había subido la temperatura. Y darse cuenta de ello y pensar que él no pudo haber notado, sólo sirvió para hacerla colorar más.

― ¡Mirate ahora! Y de solo mirar a alguien por quién ni sabes que onda.... Imagina como te pondrás si llegas a toparte con Takeshi; de seguro la reacción será mejor, por gustarte más él.

― ¡Ya cállate! 

― Oi.... que brusca. 

― No hables de esto. No quiero que Akita te escuché.

Pero algo era cierto... al verlo caminar frente a ella, con ese andar y su fuerte espalda; estaba nerviosa, y no por la asignación de grupos y reinscripción. Él la ponía nerviosa. 

Quería ir y declararse ahora mismo. Ya lo había confirmado: Él si le gustaba. 

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