martes, 21 de febrero de 2012

Capitulo 21: "Sí..."

Yami despertó sobresaltada aquella mañana, luego de haber tenido un sueño inquieto. En el había visto a Akita, Janao, Kenta y Takeshi; y había revivido cada una de las situaciones que había pasado con ellos... en si, el sueño no había sido malo, pero le provocaba una mala sensación.

Trató de conciliar un rato más el sueño; pero al no lograrlo, se levantó de la cama y miró el reloj luminoso de su celular que marcaba las 8:30 am. Entonces salió de su habitación y se asomó a la habitación de su madre, que aún estaba dormida. Sabiendo que el resto de su familia no estaba en casa y sin nada más que hacer, tomó su laptop y se puso a hurgar por Internet y las redes sociales.

Después de una hora de vagar por la red sin saber que hacer y cuándo ya se disponía a marcharse, vio un mensaje escrito en el ID de Akita en messenger: "Por favor, qué no sea un sí... me dolería".Y aún, sin siquiera saber que significaba aquello, ella comenzó a sentir húmedos los ojos. No sabía ni se sentía capaz de imaginar a que se refería Akita, pues las posibilidades eran infinitas... pero aún así, haber leído la frase la hizo sentirse mal y quiso al menos saber que tenía él, para intentar ayudarlo; así que se decidió a esperar a que él se conectara y pudiesen hablar. Sentía y sabía que aquello no le incumbía, que debía dejar que él resolviera solo sus asuntos... pero por algún extraño motivo, realmente él le preocupaba. Y no es como si pretendiera averiguar nada, sino simplemente lograr una sonrisa en su rostro.

Luego de esperar por un rato, fue Kaede quien se conectó y comenzó a hablar con Yami.

>> ¿Es cierto que ayer Janao se te declaró? Al menos eso dice él... ― Dijo de pronto Kaede.

>> Sí... fue raro.... muy muy raro... ― escribió Yamile.

>> No lo sé... y no lo vi. Aunque lo cierto es que me alegró por él; yo ya sabía que tú le gustabas desde hace tiempo y esperaba que se te declarara.... la verdad es que le gustas mucho... ¿Le dirás que sí?

>> No sé que decirle... además... Takeshi...  ― respondió Yamile.

>> ¡Cierto! ¡Había olvidado que te gusta Takeshi!... bueno sólo piénsalo...

Y diciendo esto se despidió. Entonces, inmediatamente Akita se conectó y cuándo Yami pensó que podría hacer algo por él, Akita simplemente la abordó preguntándole por Janao.

>> Ya supe que Janao te dijo que le gustas... eso explica tu actitud ayer...

>> Sí... pero ¿Cómo te enteraste? ― preguntó Yami extrañada de que pareciera que medio mundo conocía aquello, mientras que ella no había querido que nadie se enterara aún.

>> Eso no importa... lo importante es ¿Qué piensas de ello, y qué le dirás?

>> Yo... no he pensado en que decirle. Pero parece que la gente está mas interesada que yo... y yo... bueno simplemente pienso que debo ver por mi misma, antes de ver por los demás...

>> Tienes razón...preocúpate por ti y no pienses en lo que puedan querer los demás... o en si a alguien le molesta o sí los lastimas... sólo ve por ti misma...

Y antes de dejarle decir nada mas, Akita se desconectó.

¿Cómo es que todos estaban tan interesados por eso?

***

Yami estaba recostada en una banca en el patio, debajo de uno de los árboles, mirando pensativa hacía el cielo. De pronto se incorporo y se sentó, para luego poder mirar a su alrededor... le sorprendió que tan sólo en esa área del patio había cientos de parejas- Había chicos caminando juntos, otros sentados, platicando, abrazándose, besándose... e incluso había unos cuantos que se estaban manoseando. Eran cientos de chicos expresándole su cariño al otro de una u otra manera... por atrevida que esta fuera.

Aún así, para Yami solo uno se estaba filtrando en sus pensamientos en ese momento: Takeshi.

¿Pero qué se supone que debía hacer sí ese chico, al que ella buscaba, no pensaba en ella de la misma forma? ¿O qué hacer, sí por el contrario, sí le gustaba pero él era muy cobarde cómo para poder decirlo?

Debería buscar a alguien más... sensato.

El día anterior, había sido suficiente con Janao, quien  había tenido algo que a Yami le atraía: Valor. Valor para poder decirle "Me gustas y quiero salir contigo". De hecho, ella sabía que él la quería y parecía que los demás también lo sabían... "¿Pero yo lo quiero a él?" - pensó Yami dubitativa.

Janao era "bueno". Era un chico alto, "gótico"... sensible, romántico, de voz potente, de cabello oscuro, complexion fuerte -todos ellos, rasgos que le gustaban a ella-; pero sobre todo, se había arriesgado a decirle directamente que quería salir con ella, sin temor ni vergüenza de ningún tipo. Y eso era algo que le había agradado notablemente.

¿Salir con él...? Y es que los pensamientos de Yami sólo iban dirigidos una y otra vez hacía Takeshi... ¿Él la quería?... Y sí no lo hacía, ¿Valdría la pena seguir "perdiendo el tiempo" con él, sin arriesgarse a salir con otros?... cualquiera... pero... Takeshi.

La respuesta inmediata del corazón de Yami fue: "No lo hagas,  está Takeshi, está tu actitud...  y lastimarías a otros -Kenta por ejemplo-" . Pero su mente decía que debía intentarlo y no quedarse con la curiosidad. Algo que era más fácil de decir que de realizar.

Desde que se había enamorado en la secundaría de Tenshu, algo en ella había cambiado; tras el rechazó que ella había recibido, Yami "odio" al amor. Antes había sido una chica más confianzuda y alegre que creía en ese sentimiento; pero luego, se había burlado de esa vaga sensación y había jugado a la enamorada... había enamorado chicos a sabiendas, con tal de que al quererla, estúpidamente ella los pudiera rechazar y así ellos pudieran sentir lo mismo que ella había sentido... una venganza estúpida e indirecta; que cosa tan más inmadura.

Pese a que lo detestaba, sabía que hacer con los chicos para manipular una relación fácil y momentánea, sin necesidad de querer a la otra persona. Recibía amor a cambio de nada; un amor "falso y vano" por no venir de las personas que ella realmente quería... por  ser cobarde. Pero pese a enamorarse, jamas llegaba a querer realmente a la persona... Sin embargo, todo esto era diferente a aquellos juegos de enamoramiento; porque Janao sí la quería y deseaba realmente ser su novio. Además, era cierto que aunque hubiese coqueteado con aquellos chicos, no había sido novia de ellos ni salía con chicos. Esto era totalmente diferente...

De hecho, a sus 16 años Yami había tenido 3 noviazgos. Y todos habían sido un fracaso:

Cuándo había cumplido 12 años, su mejor amigo de entonces: Atsushi, le gustaba; y cómo el sentimiento era reciproco, comenzaron a salir. Pero su relación conllevaba años de amistad y pese a que se querían, siguieron actuando cómo un par de amigos incluso aunque estuvieron saliendo por 6 meses. Al separarse su relación terminó inmediatamente, y a los dos días él ya salía con alguien más... Yami no volvió a hablarle, pues no lo volvió a ver; además él la dejó con una sensación de ser un objeto reemplazable.

Luego, por respeto a lo que sintió por Atsushi y por miedo, ello no salió con nadie hasta un año después, cuándo a los 13 años, conoció a Elric; un chico 2 años mayor que ella. Se hablaron bastantes meses y fueron amigos, luego él le pidió que empezaran a ser novios; pero cuando apenas llevaban una semana saliendo, ella tuvo la oportunidad de verlo descaradamente besuqueándose y manoseándose con otra chica mayor. Cortaron inmediatamente. Elric  había sido su segundo fiasco cómo novio; y pese a que él suplicó en múltiples veces que regresaran, ella no se inmutó, pues jamás lo quiso lo suficiente. Luego de un tiempo, él y su familia se fueron del país y ella no volvió a saber de él.

Poco tiempo después, conoció a Susuki. Ella se enamoró de él pese a que él era 3 años mayor y cuándo él se le declaró y pidió ser su novio, ella inmediatamente accedió. Pero Susuki finalmente mostró que la brecha de edad que había entre ellos era grande y que ambos tenían ideales diferentes del noviazgo; fue demasiado celoso, comenzó a limitar las amistades masculinas de ella y llegó a insultarla. Yami se deshizo de él, y para su buena suerte, Susuki también se mudó y no la molesto más.

En total ella se había enamorado 3 veces (Atsushi, Susuki y Tenshu) sin contar a Takeshi, y en todas las ocasiones, ella había salido lastimada. ¿Cómo podía estar segura de qué no la lastimaría él también?. Quizá aún le quedaba mucho por vivir y era una mocosa de 15 años; quizá aún no sabía mucho y puede que algún día terminara queriendo a alguien de nuevo. Pero por ahora, por sus experiencias y por lo que veía en sus padres, ella desconfiaba del amor, de los chicos y de las relaciones. Incluso desconfiaba de Janao, de Takeshi y de todos ellos.

Pero el dilema ahora era ¿Valía la pena arriesgarse, confiar de nuevo, y comenzar a salir con Janao?

Mientras meditaba aquello durante un tiempo, de pronto Akane llegó, y la interrumpió.

― ¡Hola Yami! ¡De nuevo temprano en la escuela! ¿Qué tal fue tu mañana? ¿Ya pensaste que le vas a responder a Janao?

― Hola... No, aún no sé que responderle aunque sí lo he pensado. Y mi mañana fue rara... ― Entonces Yami se dispuso a contarle lo sucedido con Akita.

― No te preocupes por eso ahora; ya Akita se entenderá y arreglara solo.... y ¿Por qué aún no sabes? Quizá sea bueno, porque te distraerás de Takeshi. Además Janao no se ve un mal tipo; quizá eso te ayude a olvidar un poco o a que no te duela tanto.

― Quizá... pero no quiero a Janao. Aunque tienes razón, podría distraerme... ― aguardó un momento y lo pensó.

Quería mucho a Takeshi. Estaba enamorada de él y eso era algo obvio. Por lo tanto, no era sencillo decirle "Sí" a otro chico; pero lo cierto, era que desconocía que sentía Takeshi por ella. En ocasiones pensaba que él la quería y otras veces no... a veces podía gustarle cómo era él y otras le desagradaba que hablara de chicas de pechos grandes... ¿Qué debía hacer?

Takeshi ya la había hecho llorar mucho, pues ya la había lastimado y aún así ella lo quería, quizá hasta obsesivamente. Quizá lo mas prudente habría sido alejarse de él y olvidar todo; pero cada que lo intentaba, él protestaba y ella tampoco quería verlo inconforme ni dejarle de hablar, por lo que al final desistía. Y sí dejar de hablarle no era la solución, quizá lo sería salir con otro chico y seguir siendo amigos.

Por otro lado, ella se había percatado de que a Takeshi, Akita, pero sobre todo a Kenta, les molestaba aquella situación de que ella saliera con Janao. Y ya fuera por uno u otro motivo, o por el dolor reflejado en la mirada de Kenta, ella simplemente no quería incomodarlos.

Sin embargo, ¡Ya había sido suficiente de pensar en los demás! ... ella ahora tenía una oportunidad con otro chico, para olvidar a Takeshi;  y aunque lastimara o molestara al mundo, ¡No podía darse el lujo de no pensar en ella antes que en ellos!... "Pero así no soy yo" ― dudó por un momento Yami... ― "¿Qué debo hacer?"

***

Fue a clases con Akane y siguió dandole vueltas a aquello, lo que le impidió concentrarse del todo en la clase de computación.  Hasta que de pronto, se decidió y le comunico su decisión a su amiga.  ― Sabes, ya me canse... me canse de que Takeshi me lastime. Me canse de estar siempre con la incertidumbre de si él me querrá; me canse de estar pensando en los demás... ¡Quiero intentarlo!. Además, siempre he dicho que la vida es cómo un libro abierto que tú mismo vas escribiendo poco a poco; y yo ya me he cansado de que este capitulo en mi vida vaya como un circulo vicioso y no tenga final, por lo que me encargare de darle la vuelta a la página y comenzare a escribir otro capitulo nuevo en mi vida... ― dijo Yamile decidida.

― ¿En serio? ― preguntó Akane cuándo ella terminó ― Pero este capitulo aún no tiene final... ¿No te sentirás rara de dejarlo a medias y no saber en que podría terminar?

― Sé en que terminara, pues yo le escribiré un final: "Yamile Genji nunca podrá salir ni ser nada, más que una amiga para el frio Takeshi Haro. En vez de seguir imaginando nubes de color rosa en su pequeña cabezita, comenzara a salir con Janao Michi. Fin"... y ahora comienza el nuevo capitulo entre Janao y la ingenuaYamile...

― ¡Genial! ¿Entonces, le dirás que sí a Janao?... ¡Perfecto! Me parece genial que decidas seguir adelante y darse a ambos una oportunidad. ¡Yo te apoyo!. Además, no es por nada, pero Janao va más acorde con tu personalidad...

― Sip; ahora mismo le diré que sí. Quiero seguir adelante con esto. ― Entonces, al terminar la clase, Yami salió del salón y fue a buscar a Janao, quién ya esperaba una respuesta.

Ambos fueron de nuevo al patio de la escuela y se recargaron en una columna cerca del edificio de la Dirección. Yami esperó un momento y Janao la miró fijamente a los ojos. Luego, le preguntó:

― ¿Ya has pensado en lo que te dije? ― y aguardó a que ella le respondiera.

 ― Sí. La verdad, es algo apresurado; pero eso ya no importa. He decidido. ― ella bajó la vista, pues sabía que al decir aquello se iba a terminar sonrojando y no quería que él viese ese cambio en el tono de su piel. ― Quiero serte sincera de una vez. Te diré que tal y cómo te veo ahora, me gustas, pero no te quiero. ― Ella deseo que aquello no lo molestara; pero debía decirle las cosas tal y cómo eran. ― Ya lo estuve pensando, y ya que yo te gusto a ti... mi respuesta es un SÍ.

Entonces, ella por fin alzó la vista y se atrevió a verlo. Janao continuaba mirándola directamente a la cara y tardó un poco en responder. ― ¿Es en serio?

― Sí. ¿Por qué no habría de serlo?... a menos claro, que tú ya no quieras nada conmigo.

― Sí, si quiero. Pero no me esperaba que me fueses a decir que sí. ― dijo él, que aún tenía cara de confusión.

― Sólo que, quiero que respetes el hecho de que mis padres no pueden saber esto y no pueden vernos juntos cómo novios. No es nada contra ti ni nada de eso; pero mi papá es un poco... exagerado. ― dijo Yami poniendo énfasis en esa última palabra, intentando dejar en claro cuál era su preocupación.

― Claro. Respeto tu decisión a no quererle decir a tus padres. ― Janao giró el rostro, evitando mirarla, y dijo ― ¡Soy tan feliz! ― ella sonrió divertida por el tono de euforia con que había dicho aquello. Luego, él se acercó a ella, quien inmediatamente se puso a la defensiva, pues no deseaba que él la besara ahora o algo así. Pero en vez de eso, él le  tendió una mano y le preguntó ― ¿Vienes conmigo? ― y esperó a que ella tomara su mano.

Yami sujetó a Janao y él la encaminó por la escuela en dirección a la cafetería; luego fueron de regreso hasta el salón. Y en todo el recorrido, él le dio la atención que una chica cómo dama, merece recibir; comportándose tal y cómo un caballero. Un detalle curioso, difícil de encontrar, que en cierta forma agradaba e incomodaba a Yamile... definitivamente acababa de conseguirse a un novio extraño.

***

Luego de eso, el resto del día había sido suficientemente curioso y hasta cierto punto, incomodo. Y es que durante las clases, había notado cierta miradita en Kenta, algo fugaz y con reproche, que la hizo suponer que ya conocía la respuesta dada a Janao y que definitivamente la inculpaba por haberlo rechazado a él anteriormente. Pero también notó a Takeshi molesto; e incluso Akita y Kenichi estuvieron distantes de ella... ¿Acaso había hecho mal?... Aún así, ¿Ella no había soportado ya lo suficiente?...

Al fin, cuando el timbre sonó y anunció el fin de la última clase de aquel día, Yamile guardo sus cosas, miró el reloj de su celular y se encamino con Akane hacía la puerta del aula. Afuera en el pasillo, Janao ya la esperaba. Su novio, al verla le tendió de nuevo la mano con una especie de reverencia; pero en vez de tomarla, Yami se limitó a caminar a su lado.  Mientras que Akane -la única que apoyaba su reciente decisión-, que ya conocía la situación de ambos, los dejó que avanzaran solos.

Entonces, mientras caminaban por el patio, repentinamente Akita se acercó a ellos y se interpuso entre ambos para poder despedirse de Yami; y luego comenzó a alejarse de ellos en dirección a la puerta principal. Pero al tenerlo cerca, ella pudo ver en su rostro una expresión malhumorada que intentaba disimular sonriendo; y aún así, parecía imposible ocultar aquel matiz depresivo y decepcionado que mostraban sus ojos. Fue eso suficiente para que ella supiera, que definitivamente algo iba mal con Akita... que cualquiera que fuera el problema de él, le incumbía y debía hacer algo...

Ella se adelantó y al alcanzarlo lo sujetó del brazo ― Heeey... espera hermanito... ¿Sucede algo? ― dijo cuándo al fin lo detuvo. Entonces, ella se sintió inquieta por no saber que hacer por él; por no querer ver esa expresión en esos ojos... esos ojos a los que quería ver siempre alegres. Porque realmente lo quería.

― No. No es nada... sólo tengo sueño. ― respondió él, sin verla de nuevo a la cara.

Pero ella no quedó satisfecha con aquella respuesta. En su mirada ella había podido ver algo más; algo que no podía descifrar. ― Aaanda, dime. Puedes decirme, confía en mí... ¿Acaso no somos hermanos? ― dijo ella.

En ese momento, Akita giró el rostro y por fin la miro directamente a los ojos ― Es precisamente eso... que somos hermanos...

Yami miró los ojos de Akita e inmediatamente lo soltó. No le había gustado la expresión de sus ojos. Esos ojos negros, vacíos... esos ojos que lucían muertos.

Akita aprovechó que ella lo soltó y sin decirle más, se marchó; dejando a Yami más que confundida.

¿Qué es lo que estaba sintiendo en ese momento?

Cuándo al fin ella reaccionó, intento seguirlo, sin importarle que dejara atrás a su novio y al resto. Corrió, tratando de esquivar a los alumnos que se le interponían, para alcanzar al huidizo Akita. Quería detenerlo, abrazarlo y no dejarlo ir... quería decirle que no fuera así con ella; que ella lo quería. Sin embargo, por más deprisa que avanzó, ya no lo encontró al salir. Él ya se había ido...

¿Qué le sucedía ahora a Akita?

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