jueves, 9 de febrero de 2012

Capitulo 17: "Apatía y confusión"

Yamile estaba tumbada boca arriba sobre la cama superior de la litera de su cuarto, sin nada que hacer.

En ese momento no tenía ningún proyecto, ni tarea, ni actividad pendiente; no debía hacer limpieza o preocuparse por escombrar su habitación y tampoco tenia ningún libro nuevo que pudiese leer; no le apetecía mirar el televisor y ni siquiera hallaba la concentración e inspiración necesaria para poder dibujar. Lo único que estaba haciendo era quedarse tumbada sobre su cama. mirando como ida hacía el techo, mientras escuchaba cómo fondo la música que había dejado sonar desde su laptop.

Pronto su situación comenzó a desesperarla, se giro sobre la cama para acomodarse de lado y poder mirar desde ahí todo lo que la rodeaba. Movió los ojos por toda la habitación, deteniéndose en ciertos puntos con una mirada inquisidora, tal y cómo si buscara en ese sitio algo que pudiese distraerla un poco, pero pronto desistió, pues no encontró nada que fuese de su agrado. ― "¡Odio esto!" ― pensó Yami, sintiéndose cada vez más frustrada ― "Odio que todos los días sean iguales...."― La monotonía que parecían tener cada uno de los días y la apatía que eso provocaba en ella la hacían desesperarse.

Y es que pensaba que en esa casa todo siempre lucía igual: Sabía que su padre y su hermano se encontraban en este momento disfrutando de algún videojuego en el x-box, e incluso aunque se encontraran a 2 habitaciones de distancia y hubiese música en la habitación de ella, aún podían escucharse los disparos y las exclamaciones de emoción de ellos; también sabía que su madre se encontraba en su habitación escombrandola, jugando con su i-pod o escuchando música, como solía hacerlo siempre; e incluso su hermana menor estaba ocupada en la computadora de escritorio mirando de nuevo alguna serie de su agrado. Todos hacían lo mismo una y otra vez cada que estaban en su tiempo libre.

Mientras Yamile se sentía desesperada de tener que quedarse quieta.

Había unas cuantas cosas que en definitiva no le agradan hacer o sentir; la soledad, el aburrimiento, la apatía, y tener que quedarse quieta, cosas que en ese momento estaba sintiendo juntas. De hecho, sí sus padres le permitiesen salir y no la mantuvieran dentro de casa cómo si fuese una prisionera, sabía que probablemente no se aburriría, pues había tantas cosas que quería hacer.

Estaría en algún lugar aprendiendo a patinar o practicando con la bicicleta, o bien en un curso para aprender natación. Estaría visitando algún museo, exposición fotográfica o alguna convención. Estaría en una librería o biblioteca rodeada de estanterías con libros que podía adquirir. Estaría sentada en un parque dibujando su entorno. Estaría en algún curso de dibujo o arte en el que podría mejorar sus técnicas o aprender cosas nuevas. Estaría en una clase de música aprendiendo a tocar guitarra o teclado, o incluso en algún coro dónde le enseñaran a mejorar su voz. Estaría con sus amigas mirando el escaparate de alguna tienda de música, anime o ropa, con el propósito de gastar tiempo o dinero. ¡Podría estar haciendo mil cosas! Pero en vez de eso, se encontraba tumbada sobre su cama sin poder salir de casa porque sus padres no se lo permitían.

Y una parte de ella pensaba que estaba bien que sus padres no le permitieran salir sola pues podía sucederle algo, pero sabía que si se lo permitían, podría encontrar a alguien que quisiese acompañarla y no dejarla sola. Podía ir con Arwen, Kaiya y Sayu.... e incluso podría decirle a Kaiya o a Sayu que llevaran sus respectivos novios para que de ese modo no fuesen solamente chicas.... o podía pedirle a Tenshu o Junjou que la acompañaran, o a cualquier otro chico de los que conocía... e incluso podía hacer que sus padres la acompañaran o llevaran a todos esos sitios... es más, ¡Ni siquiera se trataban de antros, bares o fiestas!... sólo pedía no tener que estar encerrada....  pero en vez de eso, preferían que se pasara día tras día, cada fin de semana en casa.... e incluso, sopeso la posibilidad de escaparse de casa e ir a uno de esos sitios ella misma... pero no encontró en si el valor para hacerlo....

Hastiada, se levantó de su cama, bajo de la litera y avanzó hasta su escritorio donde aún continuaba encendida su laptop -entonando una y otra vez sus canciones- y tomo asiento frente al monitor para poder al menos buscar en ella algo en lo que pudiese distraerse. Pasado un tiempo, entró al chat, y lo dejó en espera de alguien de sus amigos con quien pudiese hablar. Mientras, decidió que sí no podía ir a una librería, entonces al menos podía descargar algún libro en versión online...

Pasado un momento, de pronto un mensaje comenzó a parpadear en la pantalla, y Yami dio un click sobre el para poderlo leer. Se trataba de un saludo de Takeshi, que acababa de conectarse también. ― Hola hermana ― decía el texto.

>> Hola ― escribió Yami, y sonrió a pesar de que nadie la miraba, pues se complació de que él se comunicara con ella.

Entonces, ambos comenzaron a comunicarse por ese medio, contándose acerca de las cosas que les habían sucedido en los días que no se habían visto. De pronto, Takeshi escribió algo que comenzó a alterar a Yami, pues no supo como debía reaccionar ante aquello:

>> Sabes hermana... ― comenzó a escribir él ― este fin de semana fue extraño, porque tenía mucho sueño y cuando por fin pude dormir, ya no podía despertar. Digamos que entre en un estado de shock-coma-suspensión o como gustes llamarlo. Aún  incluso recuerdo que no paraba de verte en mi subconsciente, como si estuviera soñando contigo y te viera por todas partes. En ese momento me dí cuenta de muchas cosas.

>> ¿Muchas cosas? ¿Que cosas? ― preguntó Yami intrigada, sin tener un mejor argumento para aquello.

>> Demasiadas cosas... el punto es que quizá ahora te comprenda mejor.... aunque el punto será que quizá tú no logres entenderme a mi....

Yami no alcanzaba a saber hacía donde quería llegar Takeshi, por lo que lo único que pudo responderle fue >> Quizás no.... quizás sí, si tú me lo permitieras...

Takeshi esperó un momento para responder, tal cómo si estuviera pensando en la situación; y al fin le dijo >> Entonces Yamile, ¿Te das cuenta de que si tú me entendieras, entre nosotros habría un lazo tan fuerte que no se podría romper fácilmente?

Por más que leía y releía el texto, no alcanzaba a entender las intenciones de Takeshi. Aunque algo de aquello era obvio: ella lo quería y él tenía razón; pasara lo que pasara, la emoción que sentía por él... esa curiosidad... todos esos sentimientos eran cómo un lazo para ella que lo ataban hacía él y que no podría dejar ni olvidar con tanta facilidad. >> Sí, lo sé.... por algo eres mi hermano y te he aceptado cómo tal  ― le respondió ella, pasado un momento. ¿Qué significaba todo esto?

>> Entonces, ¿Aceptas el compromiso de ser parte de mí, por ser mi mejor amiga?

Yami accedió, pensando, que quizá esa sería la relación que tendría más cercana con Takeshi... sólo sería una buena hermana... su mejor amiga... no podría haber nada más... no había nada más lejos, pues él nunca podría aceptar la forma en que ella lo quería...

>> Debo irme... tengo otros asuntos ― dijo Takeshi, y añadió ― No te lo tomes tan en serio ― Luego, se desconectó.

"¿Pero que jodidos sucede con este tipo?" - Pensó consternada Yami... -"¿Por qué demonios me dice esto? " - y es que él no le desagradaba, pero se daba cuenta que en su manera tan extraña de actuar, a veces era muy confuso...

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